domingo, 1 de novembro de 2015

 
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del futuro, en la medida en que lo todavía no, lejos de ser un futuro vacío e innito, es un futuro concreto, siempre incierto y siempre en pe
-ligro. Como dijo Bloch, junto a cada esperanza hay un cajón a la espera
(1995: 11). Cuidar del futuro es un imperativo porque es imposible
 blindar la esperanza contra la frustración, lo porvenir contra el nihilis-
mo, la redención contra el desastre; en suma, porque es imposible la
esperanza sin la eventualidad del cajón.La sociología de las emergencias consiste en proceder a una amplia-
ción simbólica de los saberes, prácticas y agentes de modo que se iden
-
tique en ellos las tendencias de futuro (lo todavía no) sobre las cuales
es posible actuar para maximizar la probabilidad de la esperanza conrelación a la probabilidad de la frustración. Tal ampliación simbólica
es, en el fondo, una forma de imaginación sociológica que se enfren
-ta a un doble objetivo: por un lado, conocer mejor las condiciones de
posibilidad de la esperanza; por otro, denir principios de acción que
promuevan la realización de esas condiciones.La sociología de las emergencias actúa tanto sobre las posibilidades(potencialidad) como sobre las capacidades (potencia). Lo todavía no tie-
ne sentido (en cuanto posibilidad), pero no tiene dirección, ya que tanto
puede acabar en esperanza como en desastre. Por eso, la sociología delas emergencias sustituye la idea mecánica de determinación por laidea axiológica del cuidado. La mecánica del progreso es, de este modo,
sustituida por la axiología del cuidado. Mientras que en la sociología de
las ausencias la axiología del cuidado es puesta en práctica en relacióncon las alternativas disponibles, en la sociología de las emergencias selleva a cabo en relación con las alternativas posibles. Esta dimensión
ética hace que ni la sociología de las ausencias ni la sociología de las
emergencias sean sociologías convencionales.Hay, sin embargo, otra razón para su no convencionalidad: su ob- jetividad depende de la calidad de su dimensión subjetiva. El elementosubjetivo de la sociología de las ausencias es la conciencia cosmopolita y el inconformismo ante el desperdicio de la experiencia. El elementosubjetivo de la sociología de las emergencias, en tanto, es la concienciaanticipadora y el inconformismo ante una carencia cuya satisfacciónestá en el horizonte de posibilidades. Como dijo Bloch, los conceptosfundamentales no son accesibles sin una teoría de las emociones (1995:306). El no, la nada y el todo iluminan emociones básicas como hambre
o carencia, desesperación o aniquilación, conanza o rescate. De una
forma o de otra, estas emociones están presentes en el inconformismo
que mueve tanto la sociología de las ausencias como la sociología de
las emergencias. Una y otra buscan alimentar acciones colectivas de
transformación social que exigen siempre una cobertura emocional, sea
 
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el entusiasmo o la indignación. Lo emocional realiza el equilibrio entrelas dos corrientes de la personalidad, a las que llamo la corriente fría
 y la corriente cálida. La corriente fría es la corriente del conocimientode los obstáculos y de las condiciones de la transformación. La corrien-te cálida es la corriente de la voluntad de acción, de transformación,de vencer los obstáculos. La corriente fría nos impide ser engañados;conociendo las condiciones es más difícil dejarnos condicionar. La co-rriente cálida, a su vez, nos impide desilusionarnos fácilmente; la vo-
luntad de desafío sustenta el desafío de la voluntad. El equilibrio entreambas corrientes es difícil y el desequilibrio, más allá de cierto límite, esun factor de perversión. El miedo exagerado de que seamos engañados
acarrea el riesgo de transformar las condiciones en obstáculos incon-
trovertibles y, con eso, conducir a la quietud y el conformismo. A su vez,
el miedo exagerado de desilusionarnos crea una aversión total a todo lo
que no es visible ni palpable y, por esa otra vía, conduce igualmente ala quietud y el conformismo.
La sociología de las ausencias y la sociología de las emergenciasmarcan la distancia con relación a la tradición crítica occidental. Apartir de ellas es posible delinear una posible alternativa, a la cual hellamado epistemología del Sur (2009a).
 Antes de denir lo que entiendo por  epistemología del Sur habrá que
analizar más en detalle el carácter de la epistemología del Norte impe-
rial. Es lo que me propongo hacer en el próximo capítulo.